Por Elcie González para People Music
Nuevamente la canción se vistió de gala en Puerto Rico. Esta vez, en la voz inolvidable del cantante Roberto Carlos, quien celebra sus 50 años de vida artística en los escenarios y como parte de una gira en la que presenta su nuevo disco “Primera Fila,” que tuvo una lujosa y cálida presentación la noche del pasado miércoles, en el Coliseo José Miguel Agrelot, de San Juan.
Luego de una breve y expectante espera, vestido sobriamente de blanco, como acostumbra, y su melena negra de antaño, la figura del brasileño irrumpió entre brillantes juegos de luces, y con la misma sencillez e intimidad que emana de sus canciones, se dirigió a la audiencia:
“Buenas Noches que gusto y qué placer verlos en San Juan en el Coliseo de Puerto Rico. No sé si hablo español o portugués, pero gracias por este amor, estas cosas lindas que recibo de ustedes. Gracias por haber venido…Como saben, yo soy de cantar, no de mucho hablar, pero sí de decir todo lo que siento por ustedes…”. De inmediato su voz, la misma voz de siempre, armoniosa y romántica, se sintió en los acordes de una de sus más aplaudidas y recordadas melodías, “Qué será de ti.”
A partir de este momento, y hasta el mismo final de la noche, el público cantó también vivamente entusiasmado, junto al ídolo quien a su vez, introdujo simpáticas y amenas anécdotas acerca de los clásicos que lo dieron a conocer en todo el mundo, algunas de ellas, incluidas en su más reciente álbum, “Primera Fila”, grabado en vivo en mayo de este año en los estudios Abbey Road, de Londres. “Este proyecto para “Primera Fila”, se concibió con arreglos muy diferentes a los originales. Fueron cambios tan diferentes y radicales, que me asustaron, pero fueron maravillosos, comentó satisfecho, el artista quien en cada intervención, distinguió, y presentó a los músicos de la banda que lo acompañaban.” Para mí, reiteró, es muy especial poder cantar acompañado por esta banda fantástica y maravillosa, tanto que quisiera poder llevármelos a todos para Brasil”.
Durante su cuarta pieza. “Desahogo,” que contó con notable apoyo musical de la banda, por parte, sobre todo, de las trompetas, el cantautor bromeó pícaramente con el público al comentar: “Mentira amigos, nosotros los hombres, sabemos que no es así, que las cosas funcionan solo cuando ellas quieren,… ‘cuando nos,…cuando me quieres tener’, finalizó en medio de risas y de la aprobación divertida del auditorio.
Al cantar, “Lady Laura”, que por supuesto, formó también parte del repertorio, e incluyó un excelente solo de violines, Roberto Carlos, reveló que la había dedicado a su madre. “Yo hice esta canción hace mucho tiempo y cuando la hice, la hice con mucha alegría y amor. En realidad, hoy canto esta canción sin alegría, pero el amor también no es igual porque es cada vez más grande, por mi madre”, añadió.
Dos referencias también muy reveladoras por parte del artista esta noche, fueron para “And I love her”, de Paul McCartney y “El Día que me quieras,” del argentino, Carlos Gardel. Respecto al primero, comentó: “Yo tuve una emoción muy grande en el tiempo de los Beatles” cuando McCartney, hizo esta canción y por primera vez, la oí y aunque considero que es un atrevimiento interpretarla, la traté siempre de cantar a mi modo…me gusta tanto esta canción”, dijo el cantautor brasileño.
Respecto a la inmortal “El Día que me quieras”, confesó: “Todo lo que ha hecho Gardel es perfecto. Quien lo escucha hoy, y sabe que en su época, no existía el avance tecnológico que tenemos hoy, se da cuenta de lo grande que era este artista. Hoy canto su canción sin ninguna pretensión de hacerlo como Gardel”, declaró con humildad y respeto a la memoria del astro argentino.
En esta renovada presentación de los clásicos que dieron a conocer al cantante en todo el mundo, para “Propuesta”, tuvo también el artista una anécdota. “Siempre he hecho canciones de amor y en casi todas ellas he hablado de amor, pero un día hace mucho tiempo, me di cuenta de que no había dicho todo lo que pienso del amor. Y llegué a la conclusión que faltaba hablar de sexo. Qué buena reacción, tuvo entonces hablar de sexo,” aseguró, en graciosa complicidad con la audiencia.
Otra nota simpática sobre sus clásicos ocurrió cuando le tocó el turno a “Un Gato en la obscuridad”, número sobre el cual recordó que no había hecho una versión en portugués porque nunca entendió la letra de la canción. “Primero, dijo, porque nunca vi a un gato azul y segundo, mucho menos volando, “de inmediato le siguieron los acordes de otro de sus más conocidos y recordados éxitos.
El espectáculo de Roberto Carlos pareció concluir cuando interpretó “La distancia” y “Te amo, te amo, te amo”, pero, apenas se trataba de otro de los plato fuertes de la noche, pues el cantante aprovechó la ocasión para agasajar personalmente a los presentes obsequiando ramos rosas que lanzaba con porte y elegancia desde el escenario cual si también dejara con ellas, su corazón agradecido.
Y con ello sobrevino lo inesperado; tres veces más tuvo el artista que volver al escenario, aclamado por un público que ya no le dejó escapar y que en mágico conjuro musical a través de una ovación cerrada e insistente, logró disfrutar de varias más de sus inolvidables clásicos, entre estos, “Un millón de amigos”, todo lo cual hizo de esta noche una jornada verdaderamente espectacular, inolvidable y exquisita.
Gracias, dijo sencillamente el cantante, mientras se retiraba elegante y sobrio como llegó; regalando su afecto, con la manos sobre su corazón mientras el público aún de pie, en la sala, permanecía cautivo en la añoranza de sus memorables y famosas canciones.