Kansas y Puerto Rico

Por Robby Cortés para People Music

Luego de ocho años de ausencia en Puerto Rico, el legendario grupo de rock Kansas se presentó el pasado domingo, 21 de febrero, ante un público delirante que llenó a capacidad la Sala de Festivales Antonio Paoli del Centro de Bellas Artes. Y aunque esta banda ha venido a la isla en infinidad de ocasiones, su concierto del 2016 fue uno muy especial, ya que es el primero que realiza Kansas en Puerto Rico con su nuevo vocalista, Ronnie Platt. Esto, tras la salida en 2014 de su cantante original, Steve Walsh.

Y Platt no defraudó. A través de más de 15 canciones, Kansas logró llenar las expectativas de sus fieles fanáticos, que los vitoreaba como en su época dorada. Y es que, a pesar de que no han tenido éxitos desde principios de los años 80’s, el grupo Kansas cuenta con un apoyo local incondicional. “Yo fui a ver a Kansas cuando vinieron al Hiram Bithorn en el ‘82”, mencionaba uno de los fanáticos del grupo. Sus canciones también se han mantenido vivas para las nuevas generaciones, a través de su uso en películas y juegos de video.

El público que llegó al concierto fue uno muy variado. Desde los rockeros de toda la vida, que hicieron de los discos de Kansas el “soundtrack” de su juventud en las décadas de los 70’s y 80’s, hasta jovenes y niños que llegaron, de mano de sus padres y abuelos, para conocer la música que ha influido a generaciones, amantes del estilo de rock progresivo.

El concierto comenzó sin mucha fanfarria a las 5:15 de la tarde. Pero desde la primera canción, Point Of Know Return, Kansas demostró que mantiene su fuerza musical intacta. Cabe destacar que del grupo original, formado hace 43 años, solo quedan en Kansas el baterista, Phil Ehart, y el guitarrista Rich Williams. El resto de los integrantes se han ido uniendo a la banda a través de los años, siendo Ronnie Platt y el tecladista David Manion los más recientes.

Las canciones, al estilo progresivo que tanto gusta a los rockeros en la isla, crearon un intenso recorrido musical por la carrera discográfica de Kansas. Canciones como Play The Game Tonight y Hold On arrancaron emociones en el público, así como Icarus y la canción Belexes, de su primer trabajo discográfico, allá para 1974. También impresionó a muchos el talento en el violín y en la guitarra eléctrica de David Ragsdale, quien alternaba sin ningún esfuerzo entre ambos instrumentos, así como logró increíbles solos musicales de violín, un instrumento cuyo protagonismo se da en muy pocas bandas de rock.

Como era de esperarse, el momento más emotivo fue cuando Kansas interpretó su balada emblemática Dust In The Wind, canción que provocó que toda la sala del Bellas Artes se iluminara con las luces de los teléfonos celulares que, literalmente, todos sacaron, ya fuera para preservar el momento o simplemente para imitar la tradición de muchos conciertos, de tener la llama de un encendedor arriba cuando suena una balada icónica. El otro instante mágico fue el cierre del concierto. Luego de salir del escenario y el público pedir la famosa “ñapa”, los integrantes de Kansas regresaron al escenario para tocar Fight Fire With Fire y la que es, tal vez, su canción más famosa, Carry On Wayward Son. En un abrir y cerrar de ojos, ya había pasado una hora y media. El espectáculo terminaba de manera exitosa.

El concierto de Kansas en San Juan fue la segunda parada en su nueva gira, que comenzó la semana pasada en Atlantic City, y los llevará a varias ciudades de los Estados Unidos y Canadá. Durante el concierto anunciaron que, a finales del 2016, la banda lanzará un nuevo disco, el decimoquinto de su carrera y el primer álbum de estudio desde Somewhere To Elsewhere, que salió en el año 2000.