La noche del sábado 17 de agosto se vistió de timbales, güiros, bongoes, trompetas, cuatro puertorriqueño, y sabor afro-caribeño para recibir al cano de la salsa en el Coliseo José Miguel Agrelot, cuyo nombre de nacimiento es Carlos Enrique Estremera Colón, pero conocido como Cano Estremera, bajo una producción de Cesar Sainz y su tema de concierto “Al rescate de la salsa”. Comenzó en el mundo profesional musical como percusionista y luego en el 1978 se unió a Bobby Valentín para formar parte de su banda, donde grabo seis discografías, incluyendo dos como solista. Culminando el 1984 decide separarse de Valentín, y crear su banda propia.
Aunque por años fue parcialmente destituido de las emisoras, televisión y del Día Nacional de la Salsa por su vocabulario vulgar y actitud retante, el calor y apoyo del público lo mantuvo vivo y presente en sus radios. Sin duda alguna fue un concierto emotivo, donde la “salsa vieja”, como se le nombra de forma popular, reino en cada rincón del Coliseo, invitando a los presentes a mover sus pies y caderas al son de sus soneos.
Según fueron presentadas:
El Patrón
La Revolución
La Boda de Ella
El Gato
Avísale
Por Ti Me Casare
La Profecía
La Soledad
El Negrito de la Ciudad
Mi Gente
Anacaona
Consejo de Oro
El Toro
Callejero
Soy Boricua
Ven Rumbero
En una tarima de fondo negro, donde los integrantes de la orquesta vestían colores violetas y rosa vivo, con bailarinas vestidas de verde esperanza, el Cano hizo su entrada en un particular vestido plata, entonando las primeras melodías de su conocida canción La Revolución. Luego, de forma energética, el público cantaba junto a él su primer tema en grabar con Bobby Valentín “La Boda de Ella”. Este último fue uno de los temas más esperados por la audiencia, y ha sido uno de los temas más conocido desde sus inicios en la década del setenta, e incluso fue el tema con cual gano la aclamación generalizada en el mundo de la música popular.
Su personalidad particular tan carismática y alegre, mantuvo al público vivo, entre carcajadas y comentarios aleatoriamente cómicos, como de costumbre hace. Al terminar “El Gato”, canción famosa por el ”miau, miau, miau, miau”, hizo un llamado al gobierno, a la sociedad y al público para combatir el crimen. Mientras que de forma jocosa menciono que la única solución a esto es dar “clases de Matrix” (mientras doblaba su espalda hacia atrás).
Jonathan Rivera, participante de la primera edición de Idol Kids Puerto Rico 2012 y uno de los grandes favoritos de la competencia, fue el elemento sorpresa, cantando ”La Soledad”. Parecía ver un espejo, pero versión adolescente del Cano Estremera; ambos nacieron albinos. Acto seguido, entonaron a dúo “El Negrito de la Ciudad”. Otra sorpresa fue en la canción “Anacaona”, cuando el músico y cuatrista Prodigio Claudio, nacido en Nueva Jersey y criado en el pueblo de Caguas, hizo su intervención musical. Prodigio, con sus cuerdas vibrantes, acaparo la sonoridad total del Coliseo con su famoso cuatro, haciendo sentir al público el calor borincano de la música típica jibara caribeña. Sorpresivamente, y de forma inusual cantó a dúo el tema “Callejero” con el novel cantante del genero reggaetón Chino Nino; Dando paso a la música urbana popular y contemporánea.
Sin duda alguna, los temas favoritos de grandes recuerdos, más esperados y aplaudidos fueron “Mi gente”, ”El Toro”, ”Soy Boricua” y como ñapa ”Ven Rumbero”. Este último fungió para agradecer al público y despedirles, donde el escenario se llenó de bailarines vestidos de blanco, y congueros junto a un hombre con vestimenta carnavalesca parado en sancos. Fue un concierto para viajar a través de las décadas desde el setenta hasta la actualidad y donde se confirmó que Canto Estremera es el sonero de la salsa, como su fanaticada y grandes colegas de su mismo género le han nombrado.
Reseña por: Kedward Aviles
Foto por: Carmen Ruiz
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