Por: Chayanne Mata Vega para People Music
San Juan, P. R.— Una noche donde la realidad se entrelazó con la fantasía a través de maromas, saltos, música y un singular drama, fue lo que presentó Cirque Du Soleil durante la presentación de su más reciente espectáculo “OVO” en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.
El espectáculo presentó la cotidianidad de una comunidad de insectos, una historia romántica y presentaciones acrobáticas, en su mayoría. Un puñado de inquietos invertebrados, que daban vueltas alrededor del escenario e interactuaban con el público, fue lo que anunció a los asistentes que, el espectáculo, estaba presto a comenzar. Esto, seguido de la desaparición, sin que nadie se percatara cómo, de un gigantesco huevo que se encontraba en medio del recinto. El primer acto de la noche estuvo protagonizado por hormigas que realizaban malabares con frutos y vegetales e, incluso, ellas mismas servían como instrumentos para sus compañeras.
Entre cada acto circense, se presentaban pedazos de la trama amoroso, que comenzó cuando la mosca, “The Foreigner”, el insecto rechazado por los demás, trajo consigo un huevo, lo que despertó la curiosidad y el asombro de sus compañeros. Quienes, tras distraer a la mosca, lograron arrebatarle el huevo, para descubrir de qué se trataba.
Mientras, los presentes fueron testigos de una impresionante metamorfosis de una oruga, quien, tendida desde una extensa tela, mostró el grandioso evento natural a través de un conmovedor acto contorsión. El cual luego fue proseguido por dos mariposas blancas, las cuales danzaron románticamente igualmente suspendidas.
Los vestuarios eran muy llamativos y coloridos, tanto así, que en ocasiones no se podían descifrar qué tipo de insecto representaban. Por otro lado, el espectáculo contó con su propia banda musical compuesta por las cucarachas, quienes interpretaron desde zamba hasta música electrónica, incluso hicieron algunas fusiones rítmicas. La música de cada acto, trasportaba a los fanáticos el mágico mundo de los insectos.
Una de las presentaciones que más aplausos y asombro provocó en los asistentes fue el de los escarabajos, quienes realizaron actos aéreos que consistían en balancearse desde barras colgantes e impulsarse por los aires hasta otro extremo, en distancias de hasta seis metros.
De igual forma, continuaban los intentos de la mosca para enamorar a la mariquita, “The Ladybug”, y recuperar a su preciado huevo, y cada vez que casi lo recuperaba, lo volvía a perder.
Las últimas dos presentaciones dieron un sorprendente toque a la noche, estas fueron la de la araña macho y los saltamontes. La araña dejó a todos con el corazón en la mano, mientras condujo un monociclo, pedaleando de cabeza con las manos, en una cuerda floja. Por otra parte, los grillos combinaron velocidad y saltos, para escalar de múltiples formas, una pared de ocho metros de altura.
Por último, el espectáculo culminó cuando la mosca logró ganarse el corazón de la mariquita, con la ayuda del líder de los insectos “Master Flipo”—personaje que era interpretado por un colombiano—, mientras hubo una lluvia de confeti y todos los insectos celebraban. Sin dudas, el mensaje principal de temer ni rechazar las diferencias y de la importancia de ser perseverante.