Por: Pedro Rafael Correa Henry para People Music
San Juan, PR – Pasaron 12 años sin trabajar juntos, pero llegó la noche que cientos de seguidores esperaron para su rencuentro y ofrecer una experiencia extrasensorial.
El pasado sábado 1 de agosto, Jorge Drexler, junto al integrante del grupo Bajofondo, Luciano Supervielle, presentó su concierto, como parte de la gira “Perfume”, en el Coliseo José Miguel Agrelot.
Entretanto, la Banda Acústica Rodante se encargó de abrir la función.
La agrupación puertorriqueña compuesta por Walter Morciglio, Nore Feliciano, Rucco Gandía, Mikie Rivera y Tito Auger, quien no estuvo presente, interpretó temas como “Todavía”, “#24”, “H.F.” y “Nada particular”, los últimos dos rindieron honor al líder nacionalista Filiberto Ojeda Ríos y al preso político Oscar López Rivera.
Luego de la presentación del grupo experimental, las luces se apagaron y expusieron a un Luciano sigiloso entonando una melodía armoniosa. Entonces, apareció el más esperado, Jorge, agarró su guitarra e inició con “Causa y efecto” mientras que la escenografía, alusiva a un reloj de arena, se encendió en colores vibrantes y cálidos.
“¡Buenas noches, Borinquén!”, exclamó el cantautor uruguayo y el público vitoreó. “¡Muchísimas gracias por venir! Yo sé del momento difícil que atraviesa el país; sé de las restricciones de agua, sé de la crisis económica y entiendo el valor de cada una de las entradas, así que muchas gracias a todos…”, expresó agradecido a los presentes en un espacio reducido del Choliseo.
En seguida, continuó con las interpretaciones de “Polvo de estrellas”, “Sanar” y “El pianista del guetto de Varsovia”, en el cual los oyentes aplaudieron en medio de su tremenda interpretación.
Acto seguido fue “Felisberto”, tema compuesto por Luciano y su título celebra al compositor uruguayo Felisberto Hernández. Una vez concluyó con la composición, Jorge regresa para continuar su canto con “La edad del cielo”, “Perfume”, pieza que lleva el nombre de la gira.
Para las próximas canciones, Drexler soltó su guitarra acústica-eléctrica, la intercambió por una acústica y se sentó para ofrecer su lado íntimo en canciones como “Eco” y “Fusión”. Aquí, el espectador tuvo dominio lírico y sus voces se unieron al sonido de la guitarra, forjando una armonía infalible.
“Estoy haciendo un esfuerzo por no hablar mucho”, comentó el artista aunque el público no le molestó. De igual manera, compartió que llevaba tres días en Puerto Rico y que fue a la playa, aprendió de la historia y sus situaciones actuales durante su estadía. Además, confesó que bailó bomba.
“¡Jevo!”, gritó un espectador. “¿Jevo? ¿Qué quiere decir? Espero que sea algo bonito”, preguntó Jorge mientras los presentes se volvieron locos de la emoción. Al instante aclaró su inquietud y recalcó la alegría que le da “esa apreciación estética” que tienen de él. Después de bromear y aprender una palabra nueva, este interpretó una versión acústica de “Sea” y “Guitarra y vos”, exponiendo su faceta como improvisador.
“Yo quiero dedicarle esta canción a Juan Antonio Corretjer”, acotó el natural de Montevideo antes de cantar su décima, “Milonga del moro judío”. La misma toma un verso que le presentó el cantautor español Joaquín Sabina. Al instante, Jorge volvió a hipnotizar al público tras interpretar a capela “Al otro lado del río”, canción que recibió un Oscar en 2005.
La aventura musical siguió, y el intérprete dialogó sobre el “privilegio” que tuvo al conocer el trabajo de la compositora puertorriqueña, Sylvia Rexach, en el cual “lo dejó anonadado”. Pues, como “regalo” para él, cantó “Olas y arena” con Ileana Cabra, la hermana de René Pérez Joglar y Eduardo Cabra de Calle 13 y quien Jorge la denominó como “una de sus cantantes favoritas en el mundo hispanoamericano”.
Próximamente, Jorge echó un paso hacia atrás, aún con su guitarra, para darle el paso a Luciano Supervielle para interpretar la canción de su autoría, “Adonde van los pájaros”. De aquí en adelante, ambos volvieron a encantar con su fusión electro-acústica durante la presentación de “Se va, se va, se fue”.
Continuó la función y la interpretación de “Universos paralelos”, en el que Ismael Cancel, miembro del grupo Calle 13, se unió a Jorge y Luciano para tocar su batería.
El concierto tomó un giro lleno de sabor y cumbia cuando se sumó el percusionista y también componente de Calle 13, Andrés Cruz, para añadirle picardía con sus tambores a “Deseo”, pieza musical grabada por Jorge en Colombia y que inspiró a que los demás se despegaran de sus asientos.
“Luna de Rasqui” fue el tema que lo siguió y con el que “terminó el concierto”. No obstante, el público quiso más y aclamó “¡otra, otra, otra!”. Y Jorge Drexler, junto con Luciano, Ismael y Andrés, vuelve al escenario para tocar sus sencillos más recientes, “Bailar en la cueva” y “Bolivia”, que la dedicó al “país más pobre de Latinoamérica” y el único en darle asilo a su padre, “un exiliado político”.
Para cerrar esta velada con broche de oro, Jorge solicitó a que el grupo telonero e Ileana lo acompañaran a cantar “Todo se transforma”. Es definitivo que su humildad, humor y talento llegó a perfumar esa sala, que aunque no estuvo llena a su capacidad, dejó salir a fanáticos con una sonrisa.