Por: Elcie Gonzalez para People Music
San Juan, PR
En una memorable jornada, repleta de palabras y canciones, el cantautor Joan Manuel Serrat, celebró 50 años de peregrinar artístico por los escenarios del mundo, en el Centro de Bellas Artes de Santurce junto a un público boricua que lo acogió y lo acompaño visiblemente emocionado para disfrutar una vez más de sus más conocidas y hermosas interpretaciones. “Muchas gracias y buenas noches, a todos. Es un placer estar de nuevo en San Juan y en esta casa que nos ha acogido tantas veces y con tanto cariño. Muchas gracias a ustedes que han querido invertir esta noche con nosotros y nuestra música, dijo el cantante catalán, quien elegantemente vestido apareció en los entrecejos de una sobria e icónica escenografía. “Gracias a ustedes que han querido invertir esta noche con nosotros y nuestra música, reiteró, al tiempo que se dejaban escuchar los acordes de una de sus inolvidable De vez en cuando la vida.
A Serrat como buen poeta, no le cuesta pasar de la palabra a la canción de modo que su presentación en el Centro de Bellas Artes de Puerto Rico estuvo todo el tiempo matizada por sus pláticas unas veces reflexivas; otras, simpáticas e irónicas, pero definitivamente siempre poéticas, agudas y contestatarias. Durante esos intervalos rememoró sus primeras actuaciones en los escenarios y agradeció aquellos que en un primer momento, pusieron trabas a su carrera; pero sobre todo, aquellos que le abrieron las puertas y lo animaron a cantar. “Agradezco a todos porque todos son responsables de que de una u otra forma, estemos hoy aquí, compartiendo una noche de música. “Mi gratitud por seguir en una carrera que me gusta, me divierte y en la que me gano la vida”, añadió, sonriente.
Al finalizar su tercera canción y observar que aun la gente continuaba colmando la sala, Serrat volvió hacer gala de su gentileza y del buen humor que lo caracteriza, saludando nuevamente a los recién llegados con un gesto de picardía “Quisiera, dijo, darles la bienvenida a todos los que se van incorporando; los echábamos de menos ¿eh?, dijo, mientras la sala estallaba en risas.
Entre canción y canción, la referencia a sus 50 años de actuación en los escenarios fue igualmente emotiva y trascedente, al comentar la feliz coincidencia de celebración de acontecimientos muy significativos que también cumplen aniversario este año; entre estos, el centenario del nacimiento de la gran diva sueca del cine de los años 50, Ingrid Bergman, los 500 años de la fundación de la ciudad de la Habana, entre otros ejemplos y sucesos que han servido de inspiración y de acicate a su vida. .” Quiero agradecer a todos aquellos que durante 50 años me pusieron alas, me pusieron a cantar; todos son responsables de que hoy, estemos aquí, compartiendo una noche de música.”
Precisamente entre Tu nombre me sabe a Yerba, canción seguida de inmediato por el público, y Niño silvestre, el cantautor recordó la precaria situación de millones de pequeños que viven sin hogar y explotados de los modos más perversos. “La mayor parte de las personas en el mundo son niños y la mayor parte de los niños son pobres. “La lista es larga, tenebrosa y no permite albergar muchas esperanzas sobre los niños en el mundo,” comentó el cantautor.
El repertorio de Serrat presentado esta noche en la sala de Bellas Artes de Santurce, incluyó tres canciones en catalán, entre estas: Ara que tinc vint anys (Ahora que tengo 20 años), sobre la cual rememoró con jocosa ironía cómo había variado el título en dos ocasiones a la misma canción debido a que cada vez, cumplía más años, y el título no se le ajustaba bien. De tal modo, que cuando tenía 40 años, la tituló entonces, Hace 20 años que tengo 20 años y posteriormente, al aproximarse a los 60: “Hace 20 años que digo que tengo 20 años.”
Al referirse a Antología desordenada que da nombre a este espectáculo, Serrat comentó que era más bien un producto dislocado de más de 50 canciones; que de igual modo puede llamar una reunión de canciones o antología personal y desordenada y que si bien algunas no son las más populares; “me ayudaron a encontrar el camino de escribir canciones y cantarlas.”
Finalmente, expresó su gratitud a grandes amigos y conocidos puertorriqueños que le respaldaron desde su primer viaje a “esta Isla maravillosa y que me duraron lo que la vida quiso que me duraran como mi gran amigo, Juan Antonio Corretjer.” A este venerado poeta puertorriqueño, dedicó Serrat la interpretación de sus décimas con voz vibrante ante un público visiblemente agradecido y emocionado “más allá de su persona, su presencia esta noche, llena esta sala.”, expresó el trovador.
Para la última parte de la noche, luego de la cálida presentación de cada uno de los músicos que siempre le acompañan, dejó el cantautor catalán, la interpretación de sus más conocidas y populares canciones: Pueblo Blanco; Para la Libertad, No hago otra cosa que pensar en ti, Mediterráneo y Hoy puede ser un gran Día, entre varias que desgrano, con la poderosa voz y el sentimiento de antaño, junto al público que de pie, no le dejaba abandonar el escenario. Entonces su ingeniosidad, se impuso nuevamente: “:..Y como todo lo que comienza, tiene que acabar… porque si no se convierte en una tortura interminable,” concluyó con una sonrisa de complicidad, no sin antes despedirse con un beso y un Buenas Noches “Muchas Gracias, ha sido fantástico…Gracias a todos…hasta la próxima.” percibiéndose aún en el ambiente el impacto de su inigualable música, de su poesía y de su palabra.
Joan Manuel Serrat ”De vez en cuando la vida”