San Juan, P.R. Con una enorme y nítida pantalla en 3D en el medio de la tarima y con imágenes de las leyendas de la salsa, aparece en escena, vestido de negro y con su distintivo sombrero, el panameño Ruben Blades, fue recibido con una ovación de pie. El artista comenzó su show “Salswing’ en la sala del Choliseo de Puerto Rico con el tema “Caminando”.
“Muy buenas noches. Lo primero que voy a hacer es darle las gracias por estar hoy aquí, muchas gracias por estar aquí, estos son tiempos difíciles así que agradecemos muchísimo el que nos reciban nuevamente. Muchas gracias. Estuvimos aquí hace tres años bajo circunstancias distintas, ahora tenemos el problema de la pandemia, pero gracias por venir, gracias por acompañarnos, y a nombre mío y de toda la banda, aquí estamos para servirles. Vamos a agradecer al señor Rey Vega del restaurante Metropol, por los piononos, los que no saben que son los piononos, se pierden algo sensacional, Puerto Rico puede pagar su deuda externa a punta de piononos y de coquito”, expuso el cantautor mientras recibía aplausos del público boricua.
Además añadió que “hoy nos dieron las llaves del Coliseo, así que nos podemos extender”.
La primera parte del concierto comenzó con un homenaje a Cheo Feliciano, “Guaracha y bembé”, “Aunque tú no me quieras” y “La palomilla” fueron los temas escogidos por el cantante, mientras en la pantalla principal aparecían imágenes de Feliciano.
“Una cosa que siempre agradezco y agradeceré, es que aquí en Puerto Rico ustedes tienen suficiente talento y artistas como para no necesitar a personas como yo aquí. Así que gracias a esa influencia que tuve desde el principio con Ismael Rivera, Cortijo, El Gran Combo de P.R. Un ejemplo de dedicación, inteligencia, capacidad y disciplina, eso es Puerto Rico para mi”, dijo con evidente emoción.
Blades como es su costumbre ya, antes de cada tema, cuenta una anécdota sobre el mismo. Obteniendo esa complicidad con su fanaticada y haciéndolos partícipes de como surgieron cada una de sus canciones. Parte de la arena del Choliseo, lució como pista de baile,porque varias parejas se entretuvieron durante toda la velada bailando al son de la salsa.
El cantante dedicó un segmento a su álbum “Siembra” y expreso que “hace tres años que estuve aquí, y usted tiene que ser sumamente bobo o sin tener una conexión con la realidad para entender que es normal que la vida y la muerte van junto. Así que voy a aprovechar esta oportunidad, no sé si Dios me dará salud y me dará la oportunidad de volver acá. Pero otra vez aprovecho para darles las gracias a todos por estar aquí hoy. Aprovecho para agradecerles nuevamente todo lo que han hecho por todos nosotros ,por mi, y voy aprovechar también para hacer algo que no hemos hecho desde que empezó esto, creo que la última vez que hicimos esto fue con Willie en 1978,y es tocar todo el álbum ‘Siembra’ en línea. Siempre estaré agradecido a Willie Colón por haberme dado la oportunidad de presentar estas canciones entendiendo que en ese tiempo esta clase de material, no era el material usual”, expuso el artista.
Para el último tema que lleva por título el nombre del disco, Blades se hizo acompañar por el arreglista de la canción, el trompetista boricua Luis ‘Perico’ Ortiz.
Para ésta ocasión, el artista se preocupó que no faltara ninguno de los temas preferidos de su fanaticada, ya que en su pasado concierto, por problemas de hora, no pudo cantar varios éxitos de su reperterio. Es por esa razón que la velada se extendió por horas 5 horas para el disfrute del público, que no pararon de bailar al son de el maestro Blades. El repertorio contó con 41 temas, y sin duda alguna, la fanaticada se lo gozó de principio a fin.
“La palabra adiós” fue el último tema de la noche, y fue en ese momento que el público aprovechó para dar su última bailadita.
“Ánimo, vayan con calma a sus casas sanos y salvos. Muchas gracias por venir, a nombre mío y de toda la banda”, finalizó Blades.
Sin duda alguna el panameño es uno de los favoritos del pueblo boricua. El cariño que Blades le tiene a Puerto Rico se hizo sentir en toda la velada, porque en cada anécdota que contaba, desde que inició su carrera musical, tenía que ver algún artista de la isla y lo agradecía enormemente.