Ante casa llena, el comediante Gaby Alicea cumplió su sueño de hacer reír a
niños, jóvenes y adultos con su stand up comedy familiar, en el Coca-Cola Music
Hall.
A través de sus personajes de Boricuita, Mami y Don Sefe, mediante su contenido
libre de chabacanerías, fue llevando al público a identificarse y a comprender su
aseveración de que “el boricua es otra cosa”, tal cual se tituló el espectáculo.
Las tres llamadas a la audiencia para dar comienzo al show, las hizo en video
Mami, quien advirtió le tiraría su chancleta voladora a quien viera grabando.
Durante dos horas y media, Gaby dio paso a su creatividad, chistes y anécdotas.
Comenzó caracterizando a Boricuita, quien arrancó bailando salsa, para luego
revelar el inverosímil origen de su nacimiento, de su nombre y crianza. Además,
se jactó de ser “el más que sabe de la historia de Puerto Rico”. Así pues, con sus
disparatadas ocurrencias hizo reír a la audiencia, incluso a niños. Por cierto, hubo
un pequeñín que asistió vestido como este pintoresco personaje. Para cerrar su
actuación, apareció Amneris Meléndez, esposa de Gaby, mencionándole varias
frases para que él las interpretara al estilo boricua.
“Estamos felices de por fin poder estar en el Coca-Cola; gracias por el cariño y el
apoyo”, expresó Meléndez.
Entonces, llegó Mami en bata y con escoba en mano barría el escenario y se
quejaba del por qué ella debía estar allí. “Estaba tranquila en casa… No sé a qué
ustedes vinieron acá, a escuchar los chistes mongos de Gaby. Usted botó los
chavos”, dijo.
Entre cada intervención de los personajes, se proyectaron videos y parodias
musicales para darle tiempo a Alicea de cambiarse.
Luego, entró en bicicleta Don Sefe, quien alardeó sobre su elegancia y sabiduría,
previo a hacer chistes sobre Boricuita. Además, relató cómo y quién inventó la
foto selfie, provocando carcajadas.
Cabe resaltar el dominio de este comediante en el escenario, pues a pesar de las
risotadas de la audiencia, se mantuvo en cada una de sus caracterizaciones sin
reírse.
Tras dos horas de comedia ininterrumpida, le tocó el turno a Gaby, para
interactuar con los asistentes y dar su curso intensivo de que ser puertorriqueño y
boricua no es lo mismo, ejemplificando las diferencias con anécdotas y
características. Finalmente, resaltó el haber estado “más de dos horas sin malas
palabras, ni doble sentido”, arrancando nuevamente los aplausos de la masa,
como muestra de aprobación.
Una vez concluyó el stand up, en la intimidad del camerino, expresó que “el show
fue increíble, pasé una noche que nunca olvidaré. Superó todas mis expectativas.
Sabía que el público iba a ser bueno, pero ver casa llena fue el mejor regalo que
mi público en Puerto Rico me podía ofrecer en esta Navidad. Di todo lo mejor de
mí, me voy muy contento y satisfecho. Espero poder regresar en un venue tan
importante como el Coca-Cola. Estoy viviendo el sueño. Seguimos demostrando
que la buena comedia funciona y que el boricua es otra cosa. No es lo que mucha
gente cree, nosotros tenemos un corazón enorme”.
En fin, El boricua es otra cosa es una alternativa de diversión familiar con varias
pinceladas de historia, sin temor a exponer a niños ni adolescentes a palabras
soeces ni material inapropiado para sus edades.
CP:Givonne Carrión